martes, 28 de septiembre de 2010

Los Grandes Padres de la Iglesia

En principio, la denominación de Padres de la Iglesia se guardó para cuatro grandes personalidades de la Iglesia oriental, a los que se agregaron otros cuatro de la occidental:
Los cuatro grandes Padres griegos son:
  • San Atanasio el Grande
  • San Basilio de Cesarea
  • San Gregorio Nacianceno
  • San Juan Crisóstomo
Y los cuatro latinos:
  • San Ambrosio de Milán
  • San Agustín de Hipona
  • San Jerónimo de Estridón
  • San Gregorio Magno

Conclusión

Después de este breve resumen sobre los Padres de los primeros siglos del cristianismo, resulta impresionante comprobar cómo los Santos Padres supieron fecundar con el mensaje evangélico la cultura clásica: griega y latina; en algunos casos fueron creadores de culturas, como en Armenia, en Etiopía y en Siria; y cómo sentaron las bases para la gran floración de la época medieval, pues prepararon la inserción de los pueblos germánicos en la raíz del evangelio, pertenecientes a una tradición cultural completamente diversa.
Si quisiéramos resumir las razones que nos motivan a estudiar las obras de los Padres, podríamos decir que ellos fueron, después de los apóstoles, como dijo San Agustín, los sembradores, los regadores, los constructores, los pastores y los alimentadores de la Iglesia, que pudo crecer gracias a su acción vigilante e incansable. Para que la iglesia continúe creciendo es indispensable conocer a fondo su doctrina y su obra que se distingue por ser al mismo tiempo pastoral y teológica, catequética y cultural, espiritual y social; y se puede decir, única con respecto a cuanto ha sucedido en otras épocas de la historia

lunes, 27 de septiembre de 2010

Los Padres de la Iglesia del Siglo IV y V


El fin de la época de los Padres apologistas comienza con un período de florecimiento que se inicia con el concilio de Nicea en el año 325, y concluye con el concilio de Calcedonia en el año 451. Es la época de un gigantesco esfuerzo por la completa evangelización del mundo antiguo, a la cual se le llama edad de oro de los Padres.
Después de casi tres siglos de persecuciones comienza un largo período de paz que facilitó extraordinariamente la expansión y el desarrollo del cristianismo. La fecha clave de este cambio se sitúa en el año 313, cuando el emperador Constantino, agradecido al Dios de los cristianos por la victoria militar que le aseguró el dominio del Imperio romano, promulgó el edicto de Milán, con el que quedaron revocadas las leyes contrarias a la Iglesia.
A partir de entonces, el cristianismo quedaba reconocido como religión y se le permitía a sus adeptos trabajar en las estructuras del estado.

Con la llegada de la paz religiosa, los cristianos pudieron edificar sus propias iglesias. Fueron levantadas las grandes basílicas en Roma, como las de San Juan de Letrán, San Pedro y San Pablo; y en Palestina, la basílica de la Natividad en Belén, y las del Santo Sepulcro y Monte de los Olivos, en Jerusalén.
También fuera de los territorios sometidos al Imperio Romano se propagó con fuerza el cristianismo, pero luego se frenó por la proliferación de herejías en torno a los dos grandes misterios centrales de la fe: El de la Santísima Trinidad y el de la Encarnación.


Gracias al influjo del Espíritu Santo sobre los Santos Padres de manera que pudieran cumplir con la misión de defender y exponer la genuina fe de la Iglesia, recibida de generación en generación desde los tiempos apostólicos; y a los Concilios ecuménicos en los que los obispos se reunieron para dilucidar tan graves cuestiones teológicas, la fe de la Iglesia salió indemne y fortalecida, e hicieron que fuera más consciente y vivida en la práctica.
Son muchos los Padres de la Iglesia en este período, pero los más importantes son aquellos a los que se les atribuye el titulo de "Doctor eclesiástico" tanto en los Padres Orientales o Griegos, como en los Padres Occidentales o Latinos.  

Los Padres Apologistas

Los Apologistas, fueron los primeros defensores públicos de la fe, eran sabios cristianos, que con sus escritos defendieron la doctrina de la Iglesia y el culto cristiano. Y así pusieron de manifiesto la Santidad de la Iglesia.

Entre los Principales Padres Apologistas tenemos a: San Justino, San Teófilo de Antioquía, San Ireneo de Lyón, y San Cipriano.

Escritos de los Padres Apostólicos


Los escritos de los Padres apostólicos, por su contenido y expresión, demuestran íntimas relaciones con la Sagrada Escritura y, sobre todo, con las cartas de los apóstoles. A semejanza de éstas, están redactados en griego, y tienen, en general, la forma epistolar; por esta razón pueden clasificarse bajo la denominación general de "literatura pastoral" de la Iglesia primitiva.

Sus escritos, sin embargo, tienen un valor extraordinario por ser los monumentos más antiguos de la Tradición en materia de Fe y de costumbres.
Los escritos que hasta hoy se conservan de los Padres apostólicos son:
  • La Didaché
  • La Epístola de San Clemente de Roma a los Corintios
  • Las siete cartas de San Ignacio de Antioquía
  • Los fragmentos de Papías de Hierápolis
  • La Epístola de San Policarpo de Esmirna a los Filipenses
  • El Pastor de Hermas
  • La Epístola de Bernabé

Principales Padres Apostólicos


En un principio no fueron más que cinco los escritores a los que se les dio el título de "Pater Eavi Apostolici" publicando sus obras. Tales escritores eran: El autor de la Carta de Bernabé, San Clemente de Roma, San Ignacio de Antioquía, San Policarpo de Esmirna y El Pastor de Hermas. Mas tarde se añadieron también a estos: Papías de Hierápolis y los autores de la Didaché.

¿Qué período abarca el estudio de los Padres de la Iglesia?


La era Patrística comienza inmediatamente después del período apostólico, y abarca los 8 primeros siglos de la era Cristiana, coincidiendo casi con la edad antigua de la Iglesia, siendo Isidoro de Sevilla, quien murió en el año 636, el último de los Padres latinos y San Juan Damasceno, en el año 749, el último de los Padres griegos.